jueves, 30 de junio de 2011

La ida


Decidimos administrar nuestro tiempo de la mejor manera, y bien dicen que el tiempo es dinero, porque tuvimos que pagar un poco más para irnos en avión y así ahorrarnos unas 10 horas de viaje respecto a  lo que hubiera sido la travesía en autobús... Pero como la economía está mal, y no somos muy buenas inversionistas, nuestro ahorro no resultó tan... eficiente, digamos, como esperábamos... Acabamos perdiendo unas dos horas en el aeropuerto, por causa de lluvias y su consecuente y evidente (para quienes no tienen la cabeza en las nubes, como yo) demora en la salida de los vuelos. El clima, por cierto, sólo se reveló estar espantoso en el D.F., porque en Chiapas, a pesar de estar nublado, no nos ha llovido tanto, con todo y la amenaza del huracán veracruzano... Roguemos a los dioses mayas del agua y de las lluvias que siga así, para que podamos disfrutar al máximo de nuestra estancia por aquí.


Llegada atrasada, pues, al aeropuerto internacional de Tuxtla Gutiérrez (capital de Chiapas), que si bien tiene un título pomposo, parece nada menos que una terminal de autobuses, restándole cualquier tipo de tiendas (y no hablo del pestilente duty free, sino de negocios que vendieran insumos de tipo básico como, no sé... un sándwich, una coca... algo).


Primera noticia: los autobuses a San Cristóbal de las Casas (nuestro destino final) sólo parten a las 13:00 y a las 16:00 (son las dos de la tarde); segunda noticia: al llegar a la ventanilla de venta de servicio de taxis, si queríamos tomar uno compartido (más económico, como lo indicaba el cartel colgado en la pared), le hubiéramos preguntado a los pasajeros de la fila que estaban formados delante nuestro y que ya se habían ido (detrás nuestro, sólo quedaba un señor que iba a Tuxtla y que, a pesar de ser empleado de Aeroméxico, no tenía derecho a ningún tipo de descuento); tercera noticia: el taxi cuesta el doble que el autobús, pero como ya vamos tarde, tenemos hambre y evidentemente no hay nada de comer ahí, decidimos tomar el taxi igual.


El trayecto de unos 60 km fue bastante ameno, sobre todo gracias a Feli que, parlanchina como es (ya saben que yo no), entretuvo al chofer durante todo el camino, preguntándole cosas de la región, y de su trabajo, y de su familia, y del clima, y de la agricultura... Eso sí, sin nunca distraerlo. ¡Toda una maestra antropóloga, la prima!

Acabamos pagando un poco más, pero con todo nos ahorramos 8 horas de viaje, y llegamos a casa de Rogelia, Chema e Ixchel sin mucho más ajetreo. La casa es preciosa: una construcción al estilo español morisco, por partes bicentenaria, por otras apenas quincuagenaria, con un extenso patio central convertido en jardín y plantío de árboles frutales, y los cuartos de la casa distribuidos a su alrededor. Fuertes columnas de madera sostienen las vigas del techo entejado que también cubre el pasillo que bordea las distintas habitaciones, protegiendo así al habitante de la casa y a sus invitados eventuales de la lluvia, y supongo que también del sol.

Después de comernos una deliciosa y confortadora sopa de espinaca preparada por nuestra anfitriona, y de largas charlas sobre la vida y demás, dimos un breve paseo por el centro histórico de "San Cris" (para los íntimos, y para abreviar), en búsqueda de tours hacia los lugares que queremos visitar, pero que también nos dio un primer acercamiento a la ciudad.

martes, 28 de junio de 2011

Paso 1

Llegó la prima a México. Paso primordial para poder iniciar nuestra travesía a Chiapas. Ambas estamos cansadas, porque llevamos semanas en hiperactividad para poder darle un término a todos nuestros pendientes respectivos, y bueno, antes siquiera de ponernos a pensar en un itinerario concreto, tenemos que recargar las pilas.

Feli: ¡bienvenida a México!

La aventura comienza...

Oraculo del Sur responde....

G
racias, gracias... si, al fin llegué. Como todo viaje que merezca llamarse como tal empezó con el pie derecho. O sea, lleno de contratiempos. Después de tratar de resolver los últimos detalles para la niñera de la niñera de Paco y Kombate, y a menos de diez horas de viajar, decidí poner orden a la valija. O mejor dicho, a compactar todas mis cosas dentro del minimo espacio que puede concentrar una valija... tarea harto dificil, sobre todo cuando uno se queda del lado de afuera de la casa porque la cerradura decide trabarse JUSTO en el momento que se acuerda del último mandado que necesita para completar las cositas que quiere sacar a pasear. Nada que no se pueda arreglar convocando al cerrajero cercano y pagando gastos extras en el último minuto.
Eso disminuyó mi concentracion en el packagig minucioso y a las 5 a.m. saliendo para Ezeiza... ¡¡¡UUUUPPSSSS!!!! ¡DEJE LOS ALFAJORES FUERA! Demasiado tarde para volver, lo siento por los que esperaban ansiosos el cargamento.
La llegada a Ezeiza y todo lo demás estuvo bien. Todo salió sincronizadamente, y me alcanzó el tiempo hasta para tomarme un juguito en el salón vip de American (soooorryyyyy). Solamente me dio como un sustito en el aeropuerto de Lima cuando llegué a la puerta de embarque y me di cuenta de que no tenia el pasaje en la mano, y la ultima vez que lo vi yo estaba........ ¡en el baño de la otra punta!!!!! Nada que una corrida frenética no pueda solucionar. Pero por suerte las amables señoras de la seguridad me evitaron una carrera de 100 mts llanos porque a dos pasitos que di, (y calculo que ayudó mi cara de desesperación) de dicen "¿Señora Felicitas?" ¡¡¡Señora!!! Se los dejé pasar porque estaba un poquitito apurada para corregir el estatus de mi estado civil...
Una vez en el avión, más tranquila, sólo me pidieron mi pasaje y mi pasaporte unas 500 veces porque al parecer habian perdido un pasajero en algún lado y tenía alguna combinación de nombres cercana a la mía. (yo estaba segura que estaba dentro del avión así que no podía ser yo, pero tardaron en convencerse).

Luego de eso, nomás tuve que sostener la charla durante 5 hs con mi compañero de asiento, muy amable por cierto, hasta aterrizar en el aeropuerto del Distrito Federal. Al fin llegué, agotada pero estaba pisando suelo mexicano, habiendo pasado por la aduana mi tesoro: nueces confitadas santamarianas, manjar de dioses.

lunes, 27 de junio de 2011

¡Nos vamos a Chiapas!

Mi prima Feli y yo vamos a conocer Chiapas juntas. Pasaremos una semana en tierras mayas e intentaremos consignar aquí nuestras impresiones del viaje.

Partimos el jueves que entra, pero estamos en preparativos desde hace unas cuantas semanas, aunque aún no nos hemos puesto de acuerdo sobre un itinerario preciso... Será un viaje aventurero, no a la Indiana Jones, porque no pensamos salirnos (mucho) de los senderos ya trazados, pero sí un paseo lleno de descubrimientos para las dos.

A pesar de llevar casi diez años en México, nunca he estado en Chiapas, y, tanto por lo que he leído por mi cuenta, como por lo que me han contado quienes ya han ido, se me antoja una tierra fantástica, habitada por el misterio, las leyendas y las tradiciones. Creo que, aunque no me lo quiera confesar ni a mí misma, me gustaría que nos embarcáramos en una expedición tipo "Indiana Jones", pero sin los exabruptos ni las aberraciones socio-históricas de las películas de Spielberg...

En realidad, lo que quiero es que las tierras mayas nos reserven muchas sorpresas (pero de las bonitas y agradables), que nuestras aventuras sean emocionantes (pero que no nos lleven nunca a correr peligro), y que nuestras mentes queden maravilladas (pero no al punto de perder la poca razón que nos queda). Y creo poder decir con toda humildad que así será.

Oraculo del Sur
responde...

:) Yo sí quisiera las aventuras a lo Indiana Jones!!! No te olvides que pertenezco a su clan!!!
Pensando que estudie por cinco años desde los primeros pasos del hombre sobre este planeta, y luego cómo llegó a América, las primeras cerámicas de las áreas nucleares.... el surgimiento del estado en Mexicoy toda la historia,
¡¡¡¡muero por medir cuanto tienen realmente la cancha del juego de pelota!!!! (a ver si gano apuestas) Ver con mis propios ojos lo que es la bóveda maya, las casas mayas, las jambas, dinteles y otras chauchas que tuve que memorizar junto con infinidades de oootros detallecitos...

Jejeje, querida prima ¡¡¡SERA UNA GRAN AVENTURA!!