Iglesia de Santo Domingo, San Cris. (restaurada)
Acabamos algo cansadas y, siguiendo la recomendación de una de los agentes de viajes, fuimos a cenar al Fogón de Jovel, un restaurante adornado "a lo chiapaneco", cuyos meseros vestían trajes tradicionales (originarios de Chamula, creo), y que ofrecía platillos tradicionales. Un lugar hecho para turistas, bah. Pero nos cenamos una Sopa de pan cada una y unos Tamales coletos entre las dos que nos dejaron chupándonos los dedos y con la panza llena a reventar. ¿Qué más pedirle a la vida?
Hoy nos levantamos temprano, después de una fresca noche, y tras ingerir unos indispensables mates (sobre todo para Feli, jeje), nos dirigimos hacia el centro para tomar el transporte hacia San Juan Chamula y Zinacantán.
San Juan Chamula
En este pueblo y en sus alrededores vive una importante comunidad indígena, los Chamulas, que se organiza social y políticamente mediante el régimen de usos y costumbres. Su templo es muy visitado, porque encierra curiosidades que atraen al turista interesado en las culturas de los pueblos indígenas.
Iglesia de San Juan Chamula
Para empezar, el acceso a la iglesia es pago: 20 pesos mexicanos por persona, a cambio de un boleto que especifica en tres idiomas (español, francés e inglés) que está absolutamente prohibido tomar fotografías del interior del templo, de los ministros o de cualquier persona vinculada con la iglesia, so pena de ser sancionado . Luego, dentro de la iglesia no hay bancas. El piso está cubierto por hojas de pinos y sobre las paredes laterales de la nave están ordenadas vitrinas que encierran a diversos santos. Hay flores por todas partes: unas conforman unas bolas gigantes que cuelgan del techo, otras adornan las vitrinas. Hay telas estampadas muy bonitas que cuelgan del centro del techo hacia los lados, y el techo que domina el altar principal está ornamentado con estrellas doradas y con las figuras de los dioses mayas que simbolizan respectivamente los puntos cardinales (águila, jaguar, ...). Por aquí y por allá hay pequeños grupos de personas (una, dos, tres ó cuatro a la vez), a veces arrodilladas, a veces de pie, hablando en voz alta en tsotsil (su lengua), ante pequeños cirios encendidos y ordenados en hileras más o menos abundantes y de distintos colores. Se trata de curanderos, o hiloles , que realizan su trabajo de curanderos, es decir médicos tradicionales, limpiadores del cuerpo y del espíritu.
Después de tanta emoción, fuimos a reponernos con una sopita.
Caldo de res ahumada, San Juan Chamula
Feli se acabó la sopa... ¡muy bien!
Después de eso, caminamos un poco por el pueblo, vimos las artesanías que producen los indígenas de esta comunidad, y sucumbimos ante algunas de ellas...
Traje chamula
De San Juan Chamula tomamos un transporte a Zinacantán, un pueblo distante de 7 km, según el señor que nos llevó en su taxi, y ubicado en la otra ladera del monte. Un hermoso paisaje boscoso rodea Zinacantán, un pueblo indígena también, pero mucho menos visitado por el turismo que el anterior.
Iglesia de Zinacantán
¿San Juan Cholula? Creo que mezclaste los estados, jajajaja. (En la foto de la sopa).
ResponderEliminarQ LINDOO CHICAS !! ACA TIENEN MUCHOS SEGUIDORES JEJE, VAN A PODER EDITAR UN LIBRO CON ESTOS RELATOS,PODES PONERLE EL NOMBRE Q DIJO TU AMIGO CATY !! DISFRUTEN!!
ResponderEliminarJM: era para ver si estaban atentos!!! :P
ResponderEliminarAndy: qué bueno que te guste! a ver si venís a vivir la aventura en carne propia un día de estos!
Está bien, pero no hacía falta que quitaras las fotos... con cambiarle el nombre bastaba, jajajaja. ¿O también es para ver si estamos atentos? Jajajajaja.
ResponderEliminarQue grosso gente, que lindo viaje que lindas historias... cuantos sabores y que olores...
ResponderEliminarfeli que hermoso, tanto leer y ahora lo podes tocar, la mejor onda ¿y puedo pedir un regalo? QUIERO UN CHAC-MOOL, por favor por favor, un chac-mool...
je je je, suerte y que disfruten...